jueves, 25 de enero de 2007

KRAAL

Pablo
Gely
Carlos (López)
Óscar
Rubén
David (Prieto)
Silvia.M
Vanesa
Jose Ángel
Juan Pedro

domingo, 14 de enero de 2007

Metodología Scout
La definición más básica de la metodología SCOUT es aquella que aparece en la introducción del «Proyecto Hércules»: «Proyecto educativo con el que ofrecer a las chicos y chicas de nuestra tierra una respuesta educativa capaz de mostrarles una esperanza en sus vidas y un estilo personal propio que lo haga ser testimonio de valores ante sus semejantes (...)». Ya que estamos aquí vamos a reflejar cuál es la definición que el Proyecto hace del ESCULTISMO: «movimiento educativo para los jóvenes, basado en la voluntariedad. Es un movimiento de carácter no político, abierto a todos sin distinción de origen, razas ni creencias, de acuerdo con el objetivo, principios y métodos tal y como fueron concebidos por el fundador (
Baden Powell, 1857 - 1941).» Sus objetivos son contribuir al desarrollo de los jóvenes ayudándoles a realizar plenamente sus posibilidades físicas, intelectuales, sociales y espirituales como personas, ciudadanos responsables y miembros de las comunidades locales, nacionales e internacionales. Estos fines concretan en cuatro áreas de progreso:
El carácter o desarrollo de la personalidad.
La actividad manual, la creatividad o el desarrollo práctico.
La salud o desarrollo físico.
El servicio a los demás o el desarrollo social. El método scout es un sistema de autoeducación progresiva basado en unos programas adaptados a las distintas etapas evolutivas, adecuándose a cada una de las realidades sociales en las que se pretende educar. Para una primera adaptación de este método se divide a los chavales en cuatro tribus (subdivididas a su vez en pequeños grupos), con una aplicación especial del método a cada estadio evolutivo, denominándose de la siguiente forma:
-lobatos
-ranger-guía
-pioneros
-rutas
Cada una de estas unidades o ramas dentro del grupo está coordinada por un equipo de responsables (denominado Kraal), que son los encargados de dinamizar y monitorizar el crecimiento y desarrollo cada uno de los miembros, proponiendo actividades atrayentes para ellos. Y ello a través de un método que se desarrolla en el tiempo libre y complementa la educación escolar y familiar. En una pedagogía basada en un estrecho contacto personal y una vivencia común de educadores y educandos, y con un mínimo apoyo de profesionales, es indispensable el recurso a un método. Las cualidades específicas esenciales que tiene nuestro método scout son las siguientes:
Una Promesa y una Ley. Toda propuesta educativa exige modelos claros que sean comprensibles y que representen un desafío para los jóvenes. La Ley Scout expresa, en un lenguaje accesible, el modelo de persona y de sociedad que busca el movimiento scout. Cada Scout -niño, joven o adulto- irá descubriendo y haciendo suyos esos valores a través de su participación en las actividades propuestas.
El Scout es digno de confianza.
El Scout es responsable con lo que se compromete y consecuente con lo que piensa.
El Scout es constructor de un mundo mejor.
El Scout es solidario con las personas más necesitados y se compromete con ellas.
El Scout respeta profundamente a las personas que comparten con él el mundo.
El Scout ve en la naturaleza la obra de Dios y la protege.
El Scout no hace las cosas a medias.
El Scout supera las dificultades con alegría.
El Scout es económico, trabajador y cuidadoso de los bienes.
El Scout es sano.
La Promesa Scout es la adhesión personal, libre y voluntaria, de cada muchacho al estilo de vida que propone la Ley. Es un compromiso personal ante una comunidad que también se compromete a apoyar y a exigir.
Una educación por la acción. El Escultismo propone un método de educación activa. Se trata de partir de los dinamismos naturales de los niños y jóvenes: de sus intereses, de sus deseos y sus sueños; para convertirlos en aventuras entusiasmantes que vivan intensamente. Esa aventura que puede tomar la forma de juego, de campamento, de servicio a la comunidad, es el medio por el cual el movimiento invita a los jóvenes a experimentar el modelo de valores que propone. Buscamos que cada Scout sea sujeto de su propia educación. Le ofrecemos la posibilidad de ser protagonista de las actividades libremente elegidas. A través de una constante dinámica de acción-reflexión personal y en grupo, cada uno va generando experiencia, descubriendo los valores vividos e integrando nuevos aprendizajes a su vida.
Una vida en pequeños grupos de coeducación. El individuo necesita de los demás para realizarse como persona. El método Scout propone vivir una aventura en pequeños grupos. Es en esa comunidad a su medida donde cada joven aprende a trabajar, a compartir y a relacionarse con los demás, donde asume una responsabilidad al servicio del grupo, donde se confrontan las experiencias vividas. Nos proponemos formar personas en relación con los demás, abiertas a vivir junto y con los otros y que, al descubrir las riquezas de los demás, descubran a la vez sus propias riquezas y carencias. La comunidad nunca será una colectividad donde la persona desaparezca por el grupo, sino que cada uno de sus integrantes dará y recibirá según sus fuerzas, capacidades y necesidades.
Así, la historia de cada uno no es independiente de la del grupo, sino que de éste surgirá y a él volverá creando así una historia común.
Sistemas de Progreso Personal. Toda persona está llamada a ser libre, a desarrollarse plenamente y a ser protagonista activo de su propia historia. El Método Scout permite que cada uno se haga responsable de su desarrollo. Cada Scout encuentra una permanente llamada a crecer a través de actividades que le proponen un desafío y le invitan a plantearse metas y compromisos sucesivos adaptados a su edad y orientados al descubrimiento de su vocación personal.
Este camino de superación abarca todas las áreas del desarrollo de la persona y está en constante confrontación con el estilo de vida propuesto por la Ley Scout.
Actividades en contacto con la Naturaleza. La naturaleza es el marco privilegiado de las actividades scouts. Se invita al niño y al joven a integrarse como sujeto activo y respetuoso del medio natural. El conocimiento y aceptación de otros seres vivos es fundamento para el respeto, la tolerancia y la convivencia solidaria en la sociedad humana. La naturaleza como ámbito de interdependencia se ofrece al joven y al niño como espacio donde ensayar una sociedad nueva. Allí los jóvenes son invitados a valerse por sí mismos, a mostrarse tal cual son en el marco de esa comunidad a su medida y a la de sus compañeros.
Este ensayo de creación y de transformación en el medio natural actúan como invitación a la humanización de su propia realidad cotidiana.